Una buena digestión depende de los microorganismos (flora o microbiota) de nuestro intestino. Dentro de la alimentación unani, tener los microorganismos correctos es fundamental para la salud de todo nuestro cuerpo.
Que microorganismos son los más adecuados, en donde podemos encontrarlos y los beneficios que nos proporcionan, todo esto lo abordaremos en el siguiente post.
Una tradición muy antigua
Las bebidas fermentadas existen desde tiempos remotos. Los procesos de fermentación los desarrolló el ser humano mucho antes que la agricultura. La primera de estas bebidas de la que se tiene registro fue el vino a base de miel, llamado mead, consumido principalmente en Europa y Asia.
En prácticamente la mayoría de las culturas antiguas encontramos algún tipo de fermentado o bebida fermentada que era parte de su alimentación y tradición.
En el caso de México, la salud en la época prehispánica era resultado del consumo de bebidas fermentadas: pulque, tepache, tejuino, pozol, balché. Se les atribuían características médicas a las bebidas fermentadas en textos antiguos de la época prehispánica. Así de importante y fundamental era su papel dentro de la alimentación.
Tipos de fermentación y microorganismos para cada intestino: delgado y grueso
Toda nuestra digestión depende de los microorganismos de nuestro intestino.
Este proceso comienza cuando somos bebés mediante la leche materna que recibimos, su función además de nutrirnos es preparar el sistema digestivo y el intestino con los microorganismos adecuados.
Una vez que hemos prescindido de la leche materna, son los alimentos y bebidas de nuestra alimentación los que determinarán los microorganismos que predominarán en nuestro intestino. Así que es fundamental la relación alimento – bebida = tipo de microorganismo, flora o microbiota. Son las bebidas fermentadas las que nos aportan microorganismos vivos para nuestro intestino.
Los seres humanos tenemos dos intestinos: delgado y grueso y para cada uno de ellos también hay microorganismos específicos, de acuerdo al tipo de fermentación que se desarrolla al interior de cada uno. La fermentación de nuestro intestino delgado es un proceso de tipo anaerobio, en tanto que la fermentación en el intestino grueso es de tipo aerobia.
De esta misma manera en las bebidas fermentadas existen dos tipos de fermentación para obtenerlas: una es en presencia de oxígeno (aerobia) y otra es en ausencia de oxígeno (anaerobia). Hay bebidas fermentadas de primera fermentación, y bebidas fermentadas de segunda fermentación (fermentación de la fermentación).
“Toda nuestra digestión depende de los microorganismos de nuestro intestino”
Tipos de bebidas fermentadas
Entre las bebidas fermentadas que se realizan por medio de fermentación anaerobia tenemos todas aquellas de tipo alcohólico, es decir que los microorganismos descomponen el azúcar de estas bebidas y lo transforman el alcohol. Ya sean bebidas con contenido alcohólico muy muy bajo como el tejuino, el tepache, el pozol o con contenido alcohólico un poco más elevado como el pulque, el mead, la cerveza, el vino tinto. Todas ellas nos proporcionan los microorganismos correctos para una fermentación especialmente de nuestro intestino delgado.
Lo más importante de estas bebidas no es su contenido alcohólico sino los microorganismos vivos que hay en ellas y que después pasarán a ser parte de nuestra flora intestinal. Y toda bebida fermentada contiene microorganismos vivos.
Especialmente el pulque es una de las bebidas fermentadas que tiene mayor variedad de microorganismos.
Estas bebidas son de primera fermentación, en la que se produce alcohol. Pero si continuamos este proceso de fermentación por más tiempo y en presencia de oxígeno (fermentación aerobia) entonces obtendremos una fermentación ácido-acética. Esta sería una fermentación de la fermentación. Y las bebidas que obtenemos son los vinagres (vino agrío).
Por ejemplo, de la fermentación de un vino joven de manzana (sidra) obtenemos el vinagre de manzana, del tepache obtenemos vinagre de tepache o piña, del vino obtenemos vinagre de vino tinto o vinagre balsámico, etc. Son fermentaciones de la fermentación anterior. E igualmente contienen microorganismos vivos que nos pueden proporcionar este tipo de fermentación ácido-acética a nuestro intestino, especialmente a nuestro intestino grueso.
Dieta y fermentación
Nuestra digestión como seres humanos es alcalina, puesto que somos omnívoros y al consumir proteínas animales, especialmente carne, nuestro intestino es más alcalino. Igualmente al tener vesícula y producir bilis ésta hace que nuestro intestino tengas estas condiciones alcalinas.
En cambio los animales herbívoros (como las vacas) tienen una digestión ácida puesto que producen muy poca bilis y no comen proteínas animales. Debido a su dieta ellos tienen microorganismos ácidos (como los lactobacilos) y esto da como resultado una digestión ácida.
Por lo tanto, nosotros como seres humanos necesitamos primero de microorganismos que sean alcalinos, que sean para una digestión alcalina y segundo debemos alimentarnos conforme a nuestro sistema digestivo, esto es principalmente con carne y proteínas de origen animal y con grasas para estimular la producción de bilis. Debemos también evitar los lácteos que nos proporcionan microorganismos para una digestión ácida (los lácteos provienen de la vaca) y un alto consumo de alimentos que no sean de origen animal (verduras, frutas, cereales, granos) porque también nos hacen la digestión ácida, nos acidifican, especialmente el intestino.
Así que para una correcta sinergia entre digestión correcta y microorganismos necesitamos los bichos correctos y una alimentación alcalina. Es decir: tomar bebidas fermentadas y comer proteína animal y grasas como parte de nuestra dieta diaria.
“No hay salud completa sin bebidas fermentadas”
Beneficios a la salud y su gran importancia
Las bebidas fermentadas, especialmente las alcohólicas tienen mala fama, porque creemos que son perjudiciales para la salud, nada más alejado de la realidad. Hay que recordar que nuestro hígado fabrica alcohol, a partir de los azúcares y carbohidratos que comemos en la dieta, y después ese alcohol el mismo hígado lo puede transformas en ácido acético y que estos procesos le cuestan al hígado muy caros, pues se necesita mucha energía para ello.
En cambio al tomar las bebidas fermentadas, le ahorramos al hígado esta energía, pues los procesos de fermentación ya están hechos y además le damos los microorganismos vivos que se encargarán de continuar con la fermentación dentro del intestino.
Las bebidas fermentadas son de un gran valor nutricional. Una copa de vino tinto nutre más que 40 a 60 kilos de uvas, ¿porqué? Porque la energía que el hígado va a poner, la pone el microorganismo contenido en el vino, el fermento. Un caballito de vinagre nutre más que tres o cuatro copas de vino, porque tiene la fermentación de la fermentación, el hígado se ahorra estos procesos de conversión por la fermentación ya existente en estas bebidas.
Otro de sus grandes beneficios es que mejoran nuestra digestión, porque nos proporcionan microorganismos alcalinos y nos alcalinizan el intestino. Cuando tenemos el intestino en las condiciones correctas, poblado con los microorganismos correctos, tenemos salud.
No hay salud completa sin bebida fermentada. Y es la combinación de fermentados alcohólicos (pulque, tepache, tejuino, cerveza, vino tinto) y fermentados ácido-acéticos (vinagre de manzana, vinagre balsámico, vinagre de vino tinto) lo que da la salud.
Conclusiones
Dentro de la alimentación unani se promueve el consumo de bebidas fermentadas y de proteína animal y grasas de buena calidad. Con ello se logra una adecuada nutrición, una digestión correcta y en consecuencia la salud. Siempre y cuando eliminemos los lácteos, el pan, las pastas, las harinas, pues en la digestión de estos alimentos, se genera un moco que impide se digieran bien, se generan microorganismos nocivos y nuestra digestión e intestinos se acidifican.
“Es la combinación de fermentados alcohólicos y fermentados ácido-acéticos lo que da la salud”
Uno de los aspectos clave y más importantes son los fermentos que consumimos mediante las bebidas fermentadas, son nuestros probióticos alcalinos, y el tomarlos en nuestra dieta diaria hará la diferencia en nuestra salud digestiva y por tanto en nuestra salud en general.
¿Sabías de la importancia de las bebidas fermentadas? ¿Sabías que la alimentación que llevamos determina el tipo de microorganismos que tenemos en nuestro intestino?
Queremos saber tu opinión en los comentarios.
